ARTISTAS

DIEGO RIVERA



Nacido en Guanajuato en 1886 fue un pintor y uno de los máximos exponentes del muralismo en nuestro país. Cuenta con 145 obras más un sin fin de cuadros, centenares de dibujos e ilustraciones.
Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de la capital mexicana, Diego Rivera estudió luego por espacio de quince años en varios países de Europa donde se interesó por el arte de vanguardia y abandonó el academicismo. Las obras de este período reflejan, por un lado, un acusado interés por el cubismo sintético de Juan Gris (El guerrillero, 1915), asumido en su etapa parisina, y por otro una gran admiración por los fresquistas italianos del Quattrocento lo que motivó su alejamiento de la estética cubista anterior.


Identificado con los ideales revolucionarios de su patria, Rivera volvió desde tierras italianas a México en 1922, en un momento en que la revolución parecía consolidada. Se dedicó a estudiar en profundidad las formas primitivas del arte azteca y de la cultura maya, que influirían de manera significativa en su obra posterior. En colaboración con otros destacados artistas mexicanos del momento fundó el sindicato de pintores, del que surgiría el movimiento muralista mexicano, de profunda raíz indigenista.


Durante la década de los años 20 recibió numerosos encargos del gobierno de su país para realizar grandes composiciones murales; en ellas, Rivera abandonó las corrientes artísticas del momento para crear un estilo nacional que reflejara la historia del pueblo mexicano, desde la época precolombina hasta la Revolución, con escenas de un realismo vigoroso y popular, y de colores vivos.


El protagonista absoluto de sus murales son el pueblo mexicano representado en sus trabajos y en sus fiestas. Rivera escribió que su intención era reflejar la vida social de México tal y como él la veía, y por ello dividió la realidad en dos amplias esferas: la del trabajo y la del ocio, y las distribuyó en zonas arquitectónicas separadas.


Pero donde verdaderamente Rivera creó una imagen visual de la identidad mexicana moderna fue en los frescos que, a partir de 1929, pintó en el Palacio Nacional de México. La narración, que ilustra la historia del país desde la época precolombina, ocupa las tres paredes que se localizan frente a la escalinata principal del edificio. La pared central recoge el período que va desde la conquista española de México en 1519 hasta la revolución, representada a través de sus grandes hitos. En el de la derecha se describe una visión nostálgica e idealizada del mundo precolombino, mientras en la izquierda se ofrece la visión de un México moderno y próspero.

La reconstrucción épica que Rivera hace de la historia nacional se basa en la heroica lucha de liberación colonial, y las imágenes poseen un mensaje inequívoco en el que se pone de relieve la opresión de la población indígena y campesina, a la par que se satiriza con dureza a las clases dominantes. La idealización deliberada del mundo prehispánico, poniendo énfasis en la figura del indígena como representación simbólica de las virtudes nacionales, contrasta con el mundo de los colonizadores europeos, con el objetivo de exaltar la singularidad de la identidad mexicana tanto frente a los extranjeros como frente a los dictadores internos.


Entre 1930 y 1934 Rivera residió en Estados Unidos. Aquí pintó en el patio interior del Instituto de las Artes de Detroit, donde hizo un exaltado elogio de la producción industrial. Concluidos estos murales, comenzó la elaboración de un gran mural para el Rockefeller Center de Nueva York. Bajo el lema El hombre en la encrucijada, Rivera pintó una alegoría en la que ciencia y técnica otorgan sus dádivas a la agricultura, la industria y la medicina, pero la inclusión de la figura de Lenin en un lugar destacado entre los representantes del pueblo provocó una violenta polémica en la prensa norteamericana.

Ante la negativa de Rivera de suprimir la figura del líder soviético, la controversia provocó la destrucción del mural. Con algunas modificaciones y un nuevo título (El hombre controlador del universo), Rivera volvería a pintar el mismo tema en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México en 1934. De 1936 a 1940 Rivera se dedicó especialmente a la pintura de paisajes y retratos.


En la década de los cuarenta continuó desarrollando su actividad de muralista en diversos sitios públicos, y sus obras siguieron provocando polémicas; la más famosa de ellas fue Sueño de una tarde dominical en la alameda (1947), retrato de un paseo imaginario en que el que coinciden personajes destacados de la historia mexicana, desde el periodo colonial hasta la revolución. En este mural colocó la frase "Dios no existe" en un cartel sostenido por el escritor ateo del siglo XIX Ignacio Ramírez el Nigromante, hecho que generó virulentas reacciones entre los sectores religiosos del país.






VINCENT VAN GOGH

Uno de los más reconocidos alrededor del mundo no solo por una, sino, varias obras las cuales han impactado a los aficionados del arte. Pintor holandés nacido en los Países Bajos (1853-1890). Menos de diez años de dedicación a la pintura bastaron para otorgar a Van Gogh un lugar entre los genios de la historia del arte. Debe decirse, sin embargo, que su dedicación fue tan breve como ardiente: componen su legado más de ochocientos cuadros, además de numerosos dibujos y aguafuertes. Las obras realizadas antes de su estancia en París conforman lo que podría llamarse el periodo oscuro del pintor; sus primeras telas importantes datan de los dos años inmediatamente anteriores a su llegada a la capital francesa (1884-1885). Con respecto a su educación la recibió en un internado privado, a los dieciséis años entró como aprendiz en la filial de La Haya de la galería de arte parisina Goupil, una sociedad de comerciantes de arte fundada por su tío Vincent. En 1873 pasó a la sucursal de la galería Goupil en Londres, donde hubo de padecer el primero de sus fracasos sentimentales; en 1875 fue trasladado a la filial parisina; en 1876 se despidió y regresó a Holanda. Trabajó después como profesor, ayudante de un pastor metodista y empleado de una librería; ninguno de estos empleos le duró mucho tiempo.

Detalle de un autorretrato de 1890
Siempre había querido ser pastor, como su padre, y tal vocación lo llevó a Ámsterdam para seguir los estudios de teología, que suspendió.
Pasó entonces a la Escuela de Evangelización Práctica de Bruselas, y en 1878 fue enviado por sus superiores a la zona minera del Borinage aquí realizo una serie de los dibujos de los mineros y habiendo visto esto quedó impresionado por sus infrahumanas penurias, Van Gogh llegó a dar a los mineros lo poco que tenía y a vivir más pobremente que ellos.
El contacto con tal miseria y desolación socavó su fe, y Van Gogh pasó esta crisis espiritual vagando por Francia y Bélgica y escribiendo a su hermano Theo, el cual lo animó a que en 1880 decidiera dedicarse a la pintura e irse a

Van Gogh pintando girasoles (1888), de Paul Gauguin
Bruselas, donde conoció al pintor Anthon Van Rappard y llevó a cabo las primeras copias de Millet. En 1886 se reunió con su hermano en París; allí, el contacto con el impresionismo reorientó visiblemente su estilo. Se relacionó con los impresionistas y postimpresionistas en la tienda de colores del "père Tanguy" y descubrió el arte japonés. Su hermano le presentó a diversos artistas y bajo ese nuevo ambiente llegaría a la definición de su pintura. Su paleta se tornó definitivamente clara y colorista y sus composiciones menos tradicionales, dando forma a su personal visión del postimpresionismo.

Su interés por el color y por la captación de la naturaleza lo indujeron a trasladarse en febrero de 1888 a Arlés, donde su obra fue progresivamente expresando con mayor claridad sus sentimientos y sus propios estados de ánimo. Trabajó intensamente, pintó la mayoría de sus telas más célebres y puras. Pero la soledad se le hacía insoportable, y con el propósito de formar un taller colectivo, Van Gogh alquiló una casa donde invitó a los artistas con quienes compartía intereses.
Autorretrato con la oreja cortada y pipa (1889)
A instancias suyas, Paul Gauguin se instaló en la "casa amarilla" (así llamada por el color de sus paredes) en octubre de 1888, pero la relación fue haciéndose más y más difícil por el fuerte temperamento de ambos. En una discusión, Van Gogh llegó a atacar a Gauguin con una navaja de afeitar; luego, arrepentido, se cortó el lóbulo de la oreja para expiar su culpa y lo hizo llegar a Gauguin, quien, lejos de conmoverse ante aquella muestra de contrición, lo juzgaba ya como un loco peligroso con el que no tenía ninguna intención de convivir.
En mayo de 1889, ante el temor a perder su capacidad para trabajar, pidió ser ingresado en el hospital psiquiátrico de Saint-Rémy-de-Provence, donde permaneció doce meses. También en este período Van Gogh pintó intensamente la pérdida de contacto con la realidad y una progresiva sensación de tristeza son las claves de este período, durante el cual desarrolló un estilo basado en formas dinámicas y en el uso vigoroso de la línea, de lo cual resultó una pintura más intrépida y visionaria que la de Arlés.
Sin conseguir superar el estado de melancolía y soledad en que se encontraba, en mayo de 1890 viajó a Auvers-sur-Oise, donde fue sometido a un tratamiento homeopático. En este pequeño pueblo retrató el paisaje y sus habitantes, intentando captar su espíritu. Su estilo evolucionó formalmente hacia una pintura más expresiva y lírica, de formas imprecisas y colores más brillantes.
Pese a que unos meses más tarde el doctor consideró que se estaba curado, su estado de ánimo no mejoró; asediado por sentimientos de culpa debidos a la dependencia de su hermano Theo y a su fracaso como artista, su espíritu se encontraba irremediablemente perturbado por una tristeza inconsolable. El 27 de julio de 1890, en el silencio de los campos bajo el sol, Van Gogh se descerrajó un disparo en el pecho; murió dos días más tarde, sin haber cumplido los treinta y siete años.
Sembrador con el sol poniente (1888)

FRIDA KAHLo

La mexicana es, sin duda, una de las artistas más famosas del siglo XX y son muchas las exposiciones que han acercado sus pinturas a los aficionados al arte. 


La vida de Frida Kahlo (1907-1954) estuvo marcada por las enfermedades y el sufrimiento que padeció desde niña. La poliomelitis y diversas operaciones la obligaron a largas convalecencias, una soledad que se reflejaría en sus obras.

El venado herido (1946)

Con apenas 18 años sufrió un accidente de tráfico. Poco antes había empezado a hacer prácticas en un taller de grabado y el tiempo de reposo despertó su interés por la pintura. Sus primeras obras captaban cómo veía su vida. Con 22 años se casó con el también pintor Diego Rivera, una relación llena de altibajos que marcó su vida.
Con él vivió en Estados Unidos y allí su pintura evolucionó. Ella siempre quiso sacudirse la etiqueta de surrealista que le pusieron, diciendo que no pintaba sueños sino su propia vida. Allí pintó su autorretrato Aborto en Detroit, una de sus obras más destacadas. En la década de los 40 su obra comenzó a ser valorada y participó en diferentes exposiciones colectivas.

Las dos Fridas (1939)


REMEDIOS VARO

(Anglés, 1913 - México, 1963) Pintora española nacida en Anglés, 1913 y fallecida en México, 1963. Relacionada en sus inicios con los movimientos de vanguardia, su obra se inscribe dentro de un surrealismo muy personal. Entre sus cuadros, caracterizados por una gran profusión de imágenes y una peculiar combinación de poesía y humorismo, destacan Insomnio (1942-1947), Modelo de traje para vagabundo (1957) y Vampiros vegetarianos (1962).

Remedios Varo


Remedios Varo estudió en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En 1930 se casó con su compañero de estudios Gerardo Lizarrageside y en 1932, compartió taller con el pintor Esteve Francés, con quien se introdujo en la estética de la vanguardia y se interesó por el surrealismo.

En 1936 participó en la Exposición Logicofobista realizada en Barcelona y, desde entonces, se acercó a los componentes del surrealismo francés. En la capital francesa participó en las reuniones y exposiciones surrealistas. Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Remedios Varo abandonó París y se instaló en México (1941).
Allí empezó a trabajar como artesana, pero enseguida pasó a formar parte del grupo surrealista y comenzó a relacionarse con la pintora británica Leonora Carrington, cuyo fuerte ascendiente artístico fue definitivo en la concepción estética de la creadora española.

El sastre de mujeres (1957)

Varo participó en las exposiciones First Papers of Surrealism de Nueva York (1942) y Le Surrealisme de la Galería Maeght de París. En 1956 presentó su primera gran exposición de carácter individual en Ciudad de México; a partir de ese momento se convirtió en uno de los nombres más reconocidos de la pintura del país. De hecho, no fue hasta la década de 1950 cuando se dedicó por completo a la creación pictórica.
Lo que se ha conservado indica la dirección que iba a seguir en los años posteriores: imaginería onírica dentro de los parámetros del surrealismo ortodoxo (que después se haría más libre) e ingenuismo estilístico. Su conciencia narrativa llega en algunas obras a hacerse casi sofocante. Aun siendo ello interesante, la autora dio lo mejor de sí cuando se ocupó más en crear relaciones espaciales y cromáticas per se, liberadas de abigarramientos iconográficos. No obstante, son muy célebres sus exploraciones de diminutos mundos fantásticos, su gusto por las escenas referidas a la alquimia y sus metamorfosis de la figura femenina, mito primero de la creación simbolizado como fuente natural de belleza y regeneración.
Creación de las aves (1957)
Poco conocida, aunque al menos tan interesante como su pintura, es su obra escultórica. Se trata de una colección de piezas elaboradas a partir de huesos, espinas de pescado y toda suerte de restos orgánicos, alambres, cuerdas, etc. Muchas de ellas presentan apariencias de fósil fantástico, esqueleto animal o tótem tribal; son obras verdaderamente conseguidas y dignas de enriquecer el cuadro de honor de las mejores rarezas de la figuración surrealista española. La carrera artística de Remedios Varo se vio truncada por un fatal paro cardíaco en su etapa de plenitud creativa.









Comentarios

  1. Muy interesante como los pintores les dan un significado a sus pinturas.

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